ANÁLISIS DE APARTADO I, INTRODUCCIÓN, EDICIÓN A, CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA DE KANT
Crítica
de la Razón Pura
KRITIK DER REINEN VERNUNFT (KrV)
(A: 1781, B: 1787)
Immanuel Kant
INTRODUCCIÓN / Einleitung
[Texto
de la edición A (pp. A1- A6)]
I.
LA
IDEA DE LA FILOSOFÍA TRASCENDENTAL
I.
IDEE
DER TRANSSCENDENTAL-PHILOSOPHIE
Párrafo [1][1]:
[1] La
experiencia es, sin ninguna duda, el primer producto surgido de nuestro
entendimiento al elaborar éste la materia bruta de las impresiones sensibles.
Por ello mismo es la primera enseñanza y constituye, en su desarrollo, una
fuente tan inagotable de informaciones nuevas, que nunca faltará la
concatenación entre todos los nuevos conocimientos que se produzcan en el
futuro y que puedan reunirse sobre esta base. Sin embargo, nuestro
entendimiento no se reduce al único terreno de la experiencia. Aunque ésta nos
dice qué es lo que existe, no nos dice
que tenga que ser necesariamente así y no de otra forma. Precisamente por eso
no nos da la verdadera universalidad, y la razón, tan deseosa de este tipo de
conocimientos, más que satisfecha, queda incitada por la experiencia. Dichos
conocimientos universales, que, a la vez, poseen el carácter de necesidad
interna, tienen que ser por sí mismos, independientemente de la experiencia,
claros y ciertos. Por ello se los llama conocimientos a priori. Por el contrario, lo tomado simplemente de la experiencia
se conoce sólo, como se dice, a
posteriori, o de modo empírico.
Doble afirmación universal, que parece
provenir al modo de una conclusión antes que como premisa: “La
experiencia es, sin ninguna duda, el primer producto surgido de nuestro
entendimiento al elaborar éste la materia bruta de las impresiones sensibles” [Erfahrung ist
ohne Zweifel das erste Product, welches unser Verstand hervorbringt, indem er
den rohen Stoff sinnlicher Empfindungen bearbeitet].
(i)
Ojo
con:
“producto” [Product].
¿Qué campo semántico se abre para la comprensión de la experiencia al
establecerla mediante el término “producto”?
(ii)
Ojo
con:
“primer producto” [das erste Product]. ¿Qué quiere decir
aquí con “primer” producto? ¿En qué sentido es el primero? ¿Qué productos
podrían ser secundarios?
(iii)
Ojo
con:
la materia prima o materia bruta [den rohen Stoff]. ¿Qué diferencia ve
usted entre producto y materia prima en lo relativo a las elaboraciones del
entendimiento? ¿Qué sutilezas comprensivas usted advierte respecto de la
inteligibilidad del entendimiento y su posibilidad de conocer en relación con
la naturaleza de esta materia prima?
(iv)
Ojo
con:
entendimiento [Verstand]. Reconózcalo
(para seguir a Kant) como un ámbito funcional de la facultad de juzgar en
general.
(v)
Ojo
con:
experiencia [Erfahrung]. Recuerde lo que con
experiencia se entendía en Freud y Hume. Considérelo como factum indiscutido y a la vez ciego desde el cual se levantan
ambos. Ahora observe este concepto en Kant y cómo va tomando una situación
postrera, o a la postre. La experiencia es ya no lo “desde lo cual” sino lo
“hacia lo cual” o si se quiere “lo que llega a ser”. Esto es importante para
que tengamos claro la situación argumentativo-ontológica de cada autor, los
cuales pueden hablar de lo mismo pero, no obstante, no en el mismo sentido, lo
cual llega a ser muy importante en filosofía porque es este o aquel sentido lo
que alumbra la propia definición o identidad semántica del asunto.
La posibilidad abierta de conocer la
experiencia: “Por ello mismo es la primera enseñanza y
constituye, en su desarrollo, una fuente tan inagotable de informaciones
nuevas, que nunca faltará la concatenación [zusammengekettete]
entre todos los nuevos conocimientos que
se produzcan en el futuro y que puedan reunirse sobre esta base.”
(i)
Ojo
con:
la concatenación/encabalgamiento [zusammengekettete].
(ii)
Ojo
con:
lo que conformaría la base/suelo [Boden]
de toda concatenación posible.
Afirmación universal como
distinción/separación/división: “Sin embargo, nuestro
entendimiento no se reduce al único terreno de la experiencia.”
Cualidad primera del conocimiento
empírico: “Aunque ésta nos dice qué es lo que existe,”
Cualidad negativa (carente) del
conocimiento empírico: “no nos dice que tenga que ser necesariamente
así y no de otra forma.”
(i)
Ojo
con:
el concepto de necesidad. ¿Cuál es la calidad del concepto de necesidad? ¿Una
relación de ideas o una cuestión de hecho si retomamos la nomenclatura de Hume?
Consecuencia de la cualidad negativa (o
carente) ya mencionada como tarea de la Razón: “Precisamente por
eso no nos da la verdadera universalidad, y la razón, tan deseosa de este tipo
de conocimientos, más que satisfecha, queda incitada por la experiencia.”
Imperativo del conocimiento universal en
virtud de su contraste con el conocimiento empírico: “Dichos
conocimientos universales, que, a la vez, poseen el carácter de necesidad
interna, tienen que ser por sí mismos, independientemente de la experiencia,
claros y ciertos.”
Definición de a priori en virtud de la universalidad: “Por
ello se los llama conocimientos a priori.”
Definición de a posteriori en virtud de la experiencia: “Por
el contrario, lo tomado simplemente de la experiencia se conoce sólo, como se
dice, a posteriori, o de modo
empírico.”
[1] Erfahrung ist ohne Zweifel
das erste Product, welches unser Verstand hervorbringt, indem er den rohen
Stoff sinnlicher Empfindungen bearbeitet. Sie ist eben dadurch die erste
Belehrung und im Fortgange so unerschöpflich an neuem Unterricht, daß das
zusammengekettete Leben aller künftigen Zeugungen an neuen Kenntnissen, die auf
diesem Boden gesammlet werden können, niemals Mangel haben wird. Gleichwohl ist
sie bei weitem nicht das einzige Feld, darin sich unser Verstand einschränken
läßt. Sie sagt uns zwar, was da sei, aber nicht, daß es nothwendiger Weise so
und nicht anders sein müsse. Eben darum giebt sie uns auch keine wahre
Allgemeinheit, und die Vernunft, welche nach dieser Art von Erkenntnissen so
begierig ist, wird durch sie mehr gereizt, als befriedigt. Solche allgemeine
Erkenntnisse nun, die zugleich den Charakter der innern Nothwendigkeit haben,
müssen von der Erfahrung unabhängig, für sich selbst klar und gewiß sein; man
nennt sie daher Erkenntnisse a priori:
da im Gegentheil das, was lediglich von der Erfahrung erborgt ist, wie man sich
ausdrückt, nur a posteriori
oder empirisch erkannt wird.
Párrafo [2]:
[2] Ahora
bien, nos encontramos con algo muy singular: incluso entre nuestras
experiencias se mezclan conocimientos que han de tener su origen a priori y que tal vez sólo sirven para
dar cohesión a nuestras representaciones de los sentidos. En efecto, si
eliminamos de las experiencias lo que pertenece a los sentidos, quedan todavía
ciertos conceptos originarios y algunos juicios derivados de éstos que tienen
que haber surgido enteramente a priori,
independientemente de la experiencia, ya que hacen que pueda decirse –o, al
menos, que se crea que puede decirse- de los objetos que se manifiestan a los
sentidos más de lo que la simple experiencia enseñaría y que algunas
afirmaciones posean verdadera universalidad y estricta necesidad, cualidades
que no pueden proporcionar el conocimiento meramente empírico.
Consideración relativamente fenomenológica: “nos
encontramos con algo muy singular: incluso entre nuestras experiencias se
mezclan conocimientos que han de tener su origen a priori y que tal vez sólo sirven para dar cohesión a nuestras
representaciones de los sentidos”.
Experimento abstractivo ideante como método: “En
efecto, si eliminamos de las experiencias lo que pertenece a los sentidos,
quedan todavía ciertos conceptos originarios y algunos juicios derivados de
éstos que tienen que haber surgido enteramente a priori, independientemente de la experiencia,”
Atributos de estos conceptos y juicios a priori: “ya
que hacen que pueda decirse –o, al menos, que se crea que puede decirse- de los
objetos que se manifiestan a los sentidos más de lo que la simple experiencia
enseñaría y que algunas afirmaciones posean verdadera universalidad y estricta
necesidad, cualidades que no pueden proporcionar el conocimiento meramente
empírico.”
[2] Nun zeigt es sich, welches überaus
merkwürdig ist, daß selbst unter unsere Erfahrungen sich Erkenntnisse mengen,
die ihren Ursprung a priori
haben müssen, und die vielleicht nur dazu dienen, um unsern Vorstellungen der
Sinne Zusammenhang zu verschaffen. Denn wenn man aus den ersteren auch alles
wegschafft, was den Sinnen angehört, so bleiben dennoch gewisse ursprüngliche
Begriffe und aus ihnen erzeugte Urtheile übrig, die gänzlich a priori, unabhängig von der
Erfahrung entstanden sein müssen, weil sie machen, daß man von den
Gegenständen, die den Sinnen erscheinen, mehr sagen kann, wenigstens es sagen
zu können glaubt, als bloße Erfahrung lehren würde, und daß Behauptungen wahre
Allgemeinheit und strenge Nothwendigkeit enthalten, dergleichen die blos
empirische Erkenntniß nicht liefern kann.
[3] Pero
lo que es aún más significativo es esto: que ciertos conocimientos incluso
abandonan el campo de todas las experiencias posibles, y tienen la apariencia
de ensanchar, mediante conceptos a los que no se les puede dar ningún objeto
correspondiente en la experiencia, el alcance de nuestros juicios, más allá de
todos los límites de ésta.
De estos conceptos y juicios a priori, Kant
reconoce que hay unos que son puros: “Pero
lo que es aún más significativo es esto: que ciertos conocimientos incluso
abandonan el campo de todas las experiencias posibles,”
Atributo de los conceptos y juicios a priori puros: “y tienen la apariencia de ensanchar, mediante
conceptos a los que no se les puede dar ningún objeto correspondiente en la
experiencia, el alcance de nuestros juicios, más allá de todos los límites de
ésta.”
(i)
Ojo:
Quiero que captemos este atributo del “ensanchar/ampliar/expandir” [erweitern], porque es esta cualidad la
que puede darnos una pista de la movilidad del a priori de la correlación husseliano.
[3] Was aber noch weit mehr sagen will, ist
dieses, daß gewisse Erkenntnisse sogar das Feld aller möglichen Erfahrungen
verlassen und durch Begriffe, denen überall kein entsprechender Gegenstand in
der Erfahrung gegeben werden kann, den Umfang unserer Urtheile über alle
Grenzen derselben zu erweitern den Anschein haben.
Párrafo [4]:
[4] Y
precisamente en estos últimos conocimientos que se salen del mundo sensible,
[conocimientos] en los que la experiencia no puede suministrar ni hilo conductor,
ni correctivo alguno, residen aquellas investigaciones de nuestra razón que
consideramos, por su importancia, las principales, y cuyo propósito final
tenemos por más elevado que todo lo que pueda aprender el entendimiento en el
campo de los fenómenos. Allí, aun corriendo el peligro de errar, preferimos
arriesgarnos a todo, antes que abandonar investigaciones tan importantes, por
motivo de algún reparo o por menosprecio o indiferencia.
[No hay comentarios].
[4] Und gerade in diesen letzteren
Erkenntnissen, welche über die Sinnenwelt hinausgehen, wo Erfahrung gar keinen
Leitfaden noch Berichtigung geben kann, liegen die Nachforschungen unsrer
Vernunft, die wir der Wichtigkeit nach für weit vorzüglicher und ihre
Endabsicht für viel erhabener halten, als alles, was der Verstand im Felde der
Erscheinungen lernen kann, wobei wir sogar auf die Gefahr zu irren eher alles
wagen, als daß wir so angelegene Untersuchungen aus irgend einem Grunde der
Bedenklichkeit oder aus Geringschätzung und Gleichgültigkeit aufgeben sollten.
Párrafo [5]:
[5] Ahora
bien, por cierto que parece natural que no se erija enseguida, tan pronto como
se ha abandonado el suelo de la experiencia, un edificio, con conocimientos que
se poseen sin saber de dónde proceden, y confiando en el crédito de principios
cuyo origen se desconocen, sin asegurarse previamente de los fundamentos de él
mediante investigaciones cuidadosas; y [parece natural] que por consiguiente se
haya planteado hace ya mucho tiempo la pregunta de cómo puede el entendimiento
llegar a todos esos conocimientos a
priori, y qué alcance, qué validez y qué valor puedan ellos tener. En
efecto, no hay nada más natural, si por esta palabra se entiende aquello que
debería acontecer de manera justa y razonable; pero si se entiende por eso lo
que habitualmente sucede, entonces nada es, por el contrario, más natural ni
más comprensible que el largo tiempo. Pues una parte de estos conocimientos,
los matemáticos, está desde antiguo en posesión de la confiabilidad, y por ello
permite también a otros [conocimientos] una expectativa favorable, aunque éstos
sean de naturaleza enteramente diferente. El aliciente de ensanchar uno sus
conocimientos es tan grande, que uno sólo puede ser detenido en su progreso por
una clara contradicción con la que tropiece. Pero ésta se puede evitar, si uno
hace sus invenciones con cuidado; sin que por ello dejen de ser invenciones. La
matemática nos da un ejemplo brillante, de cuán lejos podemos llegar con el
conocimiento a priori,
independientemente de la experiencia. Ahora bien, ella se ocupa de objetos y de
conocimientos, sólo en la medida en que ellos se puedan exponer en la
intuición. Pero esta circunstancia fácilmente pasa inadvertida, porque la
mencionada intuición puede ser ella misma dada a priori, y por tanto apenas se diferencia de un mero concepto
puro. Estimulado (“arrebatado” en B) por semejante prueba del poder de la
razón, el impulso de ensanchamiento no reconoce límites. La ligera paloma, al
surcar en libre vuelo el aire cuya resistencia siente, podría persuadirse de
que en un espacio vacío de aire le podría ir aún mucho mejor. De la misma
manera, Platón abandonó el mundo sensible, porque opone al entendimiento tan
variados obstáculos, y se aventuró en alas de las ideas más allá de él, en el
espacio vacío del entendimiento puro. No advirtió que con sus esfuerzos no
ganaba camino, porque no tenía apoyo resistente sobre el que afirmarse, como si
fuera un soporte, y al cual pudiera aplicar sus fuerzas, para poner al
entendimiento en movimiento. Pero es un destino habitual de la razón humana en
la especulación el acabar su edificio lo más pronto posible, y sólo después
investigar si el fundamento de él estaba bien asentado. Entonces se aducen toda
especie de pretextos para conformarnos con su buena construcción, o para evitar
una prueba tardía y peligrosa. Pero lo que durante la edificación nos libra de
cuidados y de sospecha, y nos adula presentándonos una aparente firmeza de los
fundamentos, es lo siguiente: Una gran parte, y quizá la mayor, de la tarea de
nuestra razón consiste en la descomposición de los conceptos que ya poseemos,
de los objetos. Esto nos suministra una multitud de conocimientos que, aunque
no sean más que esclarecimientos o explicaciones de aquello que ya había sido
pensado en nuestros conceptos (aunque de manera todavía confusa), son
apreciados como cogniciones nuevas, al menos, según la forma, aunque según la
materia, o el contenido, no ensanchan los conceptos que tenemos, sino que sólo
los despliegan. Puesto que este procedimiento suministra un efectivo
conocimiento a priori, que tiene un
progreso seguro y provechoso, entonces la razón, pretextando esto, introduce
subrepticiamente, sin advertirlo ella misma, afirmaciones de especie muy
diferente, en las cuales la razón añade a
priori, a los conceptos dados, otros enteramente ajenos, sin que sepa cómo
llega a ellos, y sin pensar siquiera en plantearse esta pregunta. Por eso
quiero tratar, ya desde el comienzo, acerca de la diferencia de estas dos
especies de conocimiento.
Aquí Kant retoma las interrogantes de Hume: “[parece natural] que por consiguiente se haya
planteado hace ya mucho tiempo la pregunta de cómo puede el entendimiento
llegar a todos esos conocimientos a
priori, y qué alcance, qué validez y qué valor puedan ellos tener.”
Consideración positiva de los alcances de las
ciencias duras y las que se sirven de ellas: “Pues una parte de estos conocimientos, los matemáticos, está desde
antiguo en posesión de la confiabilidad, y por ello permite también a otros
[conocimientos] una expectativa favorable, aunque éstos sean de naturaleza
enteramente diferente.”
(i)
Aquí podemos discutir con Kant: acerca del tipo de naturaleza, y su clasificatoria
consecuente.
Consideración del modo con el cual avanzamos en las
razones: “El aliciente de ensanchar
uno sus conocimientos es tan grande, que uno sólo puede ser detenido en su
progreso por una clara contradicción con la que tropiece.”
Recaudo para el avance en las razones: “Pero ésta se puede evitar, si uno hace sus
invenciones con cuidado; sin que por ello dejen de ser invenciones.”
(i)
Esta frase es clave: Pensemos aquí en estas invenciones en vocabulario
kantiano. ¿De qué tipo son? ¿Cómo se puede distinguir entre la voluntad
creativa subjetiva y el carácter a priori
que puedan ellas tener? Así mismo pensemos en las estructuras funcionales
operatorias de las intelecciones formales en Husserl, las cuales son “invenciones”
en el sentido de “instituciones de sentido” cuya validez les permite establecerse
por sí, y no como mera arbitrariedad simbólica relativa a la subjetividad
particular.
Definición de la matemática como disciplina a priori: “La matemática nos da un ejemplo brillante, de
cuán lejos podemos llegar con el conocimiento a priori, independientemente de la experiencia. Ahora bien, ella se
ocupa de objetos y de conocimientos, sólo en la medida en que ellos se puedan
exponer en la intuición.”
(i)
Ojo con:
la intuición relativa a la donación de los objetos de la matemática. Pensemos
un momento qué tipo de intuición es esa. En el contexto de la matemática a esta
intuición muchas veces se le llama imaginación. Tanto para Kant como para
Husserl se le llamará intuición, por el modo de donación cuya evidencia es muy
diferente a las donaciones de la imaginación en sentido lato.
El estricto sitio de la intuición: “Pero esta circunstancia fácilmente pasa
inadvertida, porque la mencionada intuición puede ser ella misma dada a priori, y por tanto apenas se
diferencia de un mero concepto puro.”
(i)
Ojo con:
la intuición, en el sentido de lo a
priori, y su diferencia con los conceptos puros.
(ii)
Aquí hay algo muy interesante a notar: Kant decide fragmentar las esferas conscientes
(intuición, entendimiento y razón) según su aplicabilidad, esto es, según el
objeto desde el cual procede las estrictas condiciones de posibilidad de su
conocimiento y la proveniencia de sus consecuentes conceptos.
(iii)
Notar:
Ojo que este tipo de fragmentación no va a ser seguido por Husserl. La intuición
en Husserl no sólo es un campo ampliado, sino que asume la totalidad fenomenológica
porque ella muestra el modo de donación inmediata.
(iv)
¿Por qué notar esto ahora? Porque la diferenciación entre conceptos puros e
intuición pura no es una distinción al mismo nivel. ¿De qué modo se comprenden
con claridad los conceptos puros? Si por el contrario pensamos la intuición
como gradiente de donación, todos los conceptos, puros o no, entrarán en el
campo de la descripción fenomenológica de acuerdo a la extensión y profundidad
de su validez.
(v)
Esto es importante notarlo por: la conocida crítica brentaniana a Kant, relativa a
los ciegos a priori kantianos. Son ciegos a priori justamente porque la intuición
por principio no accede a todo campo posible de conocimiento, y todo lo
relativo al entendimiento y la razón va a ser alcanzado de acuerdo a
abstracciones ideantes con validez presuntiva.
Definición de “análisis”: “Una gran parte, y quizá la mayor, de la tarea de
nuestra razón consiste en la descomposición de los conceptos que ya poseemos,
de los objetos.”
(i)
Ojo con: los
numerosos misterios fenomenológicos aquí implicados. Si la cuestión fenomenológica
principal tiene por lietmotive el “se
da algo”, podemos ver aquí que “se dan los objetos y aúna con ellos los
conceptos identificatorios de ellos”. Por tanto el análisis conceptual partiría
para Kant de esta situación comprensiva ya dada. Pero ¿Qué nos vamos a ir
encontrando con esto? Si nos situamos en Husserl, encontraremos la estructura
ontológica material y formal clasificatoria de géneros y especies y todos y
partes que pertenecen a las unidades de sentido constituidas como noema. Esto,
si pensamos en el primer Husserl. Luego Husserl va a ir incrementando esta
multiplicidad de encabalgamientos unos-en-otros con la fluyente dimensión
temporal de nuestra corriente de vivencias. Con tales inagotables dimensiones
sintéticas, la fenomenología entonces va retrocediendo aún más hacia la esfera
noética de acuerdo a ciertos importantes puntos de apoyo como el presente
viviente, el ego trascendental y las estructuras de horizontes internos y
externos. Esto para que tengan un pequeño barniz por ahora.
El tradicional par de opuestos “Análisis y síntesis”
según su incremento del conocimiento: “Esto
nos suministra una multitud de conocimientos que, aunque no sean más que
esclarecimientos o explicaciones de aquello que ya había sido pensado en
nuestros conceptos (aunque de manera todavía confusa), son apreciados como
cogniciones nuevas, al menos, según la forma, aunque según la materia, o el
contenido, no ensanchan los conceptos que tenemos, sino que sólo los despliegan.”
(i)
Ojo: Al
análisis se lo consideraba antes de Kant como tautológico en el sentido de que la
verdad del juicio analítico se encuentra incluida en el sujeto del juicio (5=
3+2), mientras que no es el caso de aquellos que reúnen objetos diferentes: “El
pasto es verde”, “Esta alfombra es de líneas”. En el primer caso, verde no está
incluido estrictamente en pasto, porque podría eventualmente haber una especie
de pasto que no lo fuera, o bien podría ser que un momento del año el pasto cambiara
de color, etc… Lo mismo con la alfombra, pero más exacerbado porque estoy
indicando “esta” alfombra, para lo cual su verdad implica tener una experiencia
directa de ella.
Distinción del campo implícito y explícito de la
conciencia: “Puesto que este
procedimiento suministra un efectivo conocimiento a priori, que tiene un progreso seguro y provechoso, entonces la
razón, pretextando esto, introduce subrepticiamente, sin advertirlo ella misma,
afirmaciones de especie muy diferente, en las cuales la razón añade a priori, a
los conceptos dados, otros enteramente ajenos, sin que sepa cómo llega a ellos,
y sin pensar siquiera en plantearse esta pregunta. Por eso quiero tratar, ya
desde el comienzo, acerca de la diferencia de estas dos especies de
conocimiento.”
[5] Nun scheint es zwar natürlich, daß, so bald
man den Boden der Erfahrung verlassen hat, man doch nicht mit Erkenntnissen,
die man besitzt, ohne zu wissen woher, und auf den Credit der Grundsätze, deren
Ursprung man nicht kennt, sofort ein Gebäude errichten werde, ohne der
Grundlegung desselben durch sorgfältige Untersuchungen vorher versichert zu
sein, daß man also die Frage vorlängst werde aufgeworfen haben, wie denn der
Verstand zu allen diesen Erkenntnissen a
priori kommen könne, und welchen Umfang, Gültigkeit und Werth sie haben
mögen. In der That ist auch nichts
natürlicher, wenn man unter diesem Wort das versteht, was billiger und
vernünftiger Weise geschehen sollte; versteht man aber darunter das, was
gewöhnlicher Maßen geschieht, so ist hinwiederum nichts natürlicher und
begreiflicher, als daß diese Untersuchung lange Zeit unterbleiben mußte. Denn
ein Theil dieser Erkenntnisse, die mathematische, ist im alten Besitze der
Zuverlässigkeit und giebt dadurch eine günstige Erwartung auch für andere, ob
diese gleich von ganz verschiedener Natur sein mögen. Überdem wenn man über den
Kreis der Erfahrung hinaus ist, so ist man sicher, durch Erfahrung nicht
widersprochen zu werden. Der Reiz, seine Erkenntnisse zu erweitern, ist so
groß, daß man nur durch einen klaren Widerspruch, auf den man stößt, in seinem
Fortschritt aufgehalten werden kann. Dieser aber kann vermieden werden, wenn
man seine Erdichtungen behutsam macht, ohne daß sie deswegen weniger
Erdichtungen bleiben. Die Mathematik giebt uns ein glänzendes Beispiel, wie weit
wir es unabhängig von der Erfahrung in der Erkenntniß a priori bringen können. Nun beschäftigt sie sich zwar mit
Gegenständen und Erkenntnissen blos so weit, als sich solche in der Anschauung
darstellen lassen. Aber dieser Umstand wird leicht übersehen, weil gedachte
Anschauung selbst a priori gegeben
werden kann, mithin von einem bloßen reinen Begriff kaum unterschieden wird.
Durch einen solchen Beweis von der Macht der Vernunft aufgemuntert, sieht der
Trieb zur Erweiterung keine Grenzen. Die leichte Taube, indem sie im freien
Fluge die Luft theilt, deren Widerstand sie fühlt, könnte die Vorstellung
fassen, daß es ihr im luftleeren Raum noch viel besser gelingen werde. Eben so
verließ Plato die Sinnenwelt, weil sie dem Verstande so vielfältige Hindernisse
legt, und wagte sich jenseit derselben auf den Flügeln der Ideen in den leeren
Raum des reinen Verstandes. Er bemerkte nicht, daß er durch seine Bemühungen
keinen Weg gewönne, denn er hatte keinen Widerhalt gleichsam zur Unterlage,
worauf er sich steifen und woran er seine Kräfte anwenden konnte, um den
Verstand von der Stelle zu bringen. Es ist aber ein gewöhnliches Schicksal der
menschlichen Vernunft in der Speculation ihr Gebäude so früh wie möglich fertig
zu machen und hintennach allererst zu untersuchen, ob auch der Grund dazu gut
gelegt sei. Alsdann aber werden allerlei Beschönigungen herbei gesucht, um uns
wegen dessen Tüchtigkeit zu trösten, oder eine solche späte und gefährliche
Prüfung abzuweisen. Was uns aber während dem Bauen von aller Besorgniß und
Verdacht frei hält und mit scheinbarer Gründlichkeit schmeichelt, ist dieses.
Ein großer Theil und vielleicht der größte von dem Geschäfte unserer Vernunft
besteht in Zergliederungen der Begriffe, die wir schon von Gegenständen haben.
Dieses liefert uns eine Menge von Erkenntnissen, die, ob sie gleich nichts
weiter als Aufklärungen oder Erläuterungen desjenigen sind, was in unsern
Begriffen (wiewohl noch auf verworrne Art) schon gedacht worden, doch
wenigstens der Form nach neuen Einsichten gleich geschätzt werden, wiewohl sie
der Materie oder dem Inhalte nach die Begriffe, die wir haben, nicht erweitern,
sondern nur aus einander setzen. Da dieses Verfahren nun eine wirkliche
Erkenntniß a priori giebt, die
einen sichern und nützlichen Fortgang hat, so erschleicht die Vernunft, ohne es
selbst zu merken, unter dieser Vorspiegelung Behauptungen von ganz anderer Art,
wo die Vernunft zu gegebenen Begriffen a
priori ganz fremde hinzu thut, ohne daß man weiß, wie sie dazu gelange,
und ohne sich diese Frage auch nur in die Gedanken kommen zu lassen. Ich will
daher gleich anfangs von dem Unterschiede dieser zwiefachen Erkenntnißart
handeln.
Verónica Arís
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