CM §1


Bienvenidos a mis clases de lectura de lentitud extrema de las Meditaciones Cartesianas (CM) de Edmund Husserl. La lentitud de la lectura que propongo tiene por objetivo observar las acciones argumentativas y expositivas del autor. Encontraremos allí asuntos de gran interés fenomenológico. Espero sinceramente que lo disfruten.

M. Verónica Arís Zlatar


§1 Lectura parágrafo primero:
“Las Meditaciones de Descartes como prototipo de la autorreflexión filosófica” [Descartes’ Meditationen als Urbild del philosophischen Selbstbesinnung]


Párrafo 1:

Afirmación primera:
“Descartes, con sus Meditaciones, ha dado nuevos impulsos a la  fenomenología”.

Especificación de la afirmación anterior:
“Ha contribuido de modo muy directo a transformar la fenomenología en una nueva forma de filosofía trascendental.”

Contraargumento aclaratorio:
“aunque la fenomenología – precisamente por desarrollar radicalmente motivos cartesianos – en gran medida se ve obligada a rechazar casi todo el contenido doctrinal de la filosofía cartesiana.”


Párrafo 2:

Explicitación del programa:
(1) Comienzo con los motivos de las Meditaciones de prima philosophia, cuyo significado es eterno.
(2) Caracterizo las trasformaciones y las innovaciones en que surgen el método y problemática fenomenológico-trascendental.


Párrafo 3:

Afirmación:
La idea directriz[1] de las Meditaciones Metafísicas de Descartes es la reforma de la  filosofía en una ciencia de una fundamentación absoluta.

Consecuencia:
Lo que implica una reforma de todas las ciencias, porque éstas son miembros no  independientes de la única ciencia universal, que es la filosofía.

Definición:
Sólo dentro de la unidad sistemática de la filosofía pueden aquéllas llegar a ser   auténticas [echten] ciencias.

Problema:
Las ciencias carecen de esa autenticidad [Echtheit] propia de una fundamentación   [Begründung] completa y última a partir de evidencias absolutas [absoluten Einsichten].

Tarea “genética” de Descartes
reconstrucción radical [radikalen Neubaues] que satisfaga la idea de filosofía, entendida como la unidad universal de las ciencias en la unidad de dicha  fundamentación absoluta.

Nominación de lo anterior:
esto se denomina giro subjetivo.

Distinción:
el giro subjetivo se realiza en dos niveles. Primero, el filosofante debe replegarse sobre sí mismo e intentar, dentro de sí mismo, derrumbar todas las ciencias admitidas hasta entonces y reconstruirlas.

Aclaración en torno al concepto de filosofía en Descartes:
La filosofía –la sabiduría [sagesse]- es una incumbencia absolutamente personal de quien filosofa.[2]

Repercusión moral de la vida del filosofante:
Debe desarrollarse como su sabiduría, como su saber, adquirido por él mismo y tendente a lo universal, del que él puede hacerse responsable desde un comienzo y en cada uno de sus pasos sobre la base de sus evidencias absolutas.[3]

En este sentido:
Las meditaciones cartesianas […] trazan el prototipo de las meditaciones necesarias de todo filósofo principiante, de las cuales únicamente puede brotar originariamente una filosofía.


Párrafo 4:

Primero:
Se da una descripción general del método de la duda de Descartes, ahora según su “contenido”. Lo que se consigue con las Meditaciones Metafísicas desde el punto de vista del contenido es un regreso al ego filosofante, el ego de las cogitationes puras.[4]

Crítica:
(1) “El ego así reducido realiza entonces una suerte de filosofía solipsista; busca caminos apodícticamente ciertos que permitan inferir, dentro de su pura  interioridad, una exterioridad objetiva”.
(2) “Todos estos modos de inferencia se cumplen, como tienen que hacerlo, siguiendo el hilo conductor de principios inmanentes al ego puro, que le son innatos”.



[1] Como se notará en el párrafo cuarto, lo que se indica en el párrafo tercero es lo relativo a la “forma” de las Meditaciones Metafísicas de Descartes.  En el cuarto párrafo, por el contrario, atenderá a la cuestión del contenido que se consigue con las Meditaciones, esto es, el ego cogito.
[2] Para esto se recomienda revisar la Carta Prefacio a los Principios de la Filosofía de Descartes, que se ha adjuntado como texto complementario.
[3] Notar aquí la fuerza de la vivencia filosófica, no como un mero saber, sino como un ser que en su progreso en el saber desde sí mismo crece ontológica y moralmente. La evidencia no es por tanto un mero carácter de donación, sino la sujeción empoderada de toda verdad y todo motivo para el pensar y actuar.
[4] Distinguir aquí lo que atañe a la forma de un pensar –que en este caso es de Descartes, pero también (como se verá más adelante) puede serlo de la fenomenología misma- en atención a su idea directriz es una tarea que permite descubrir y analizar la idea que configura la estructura crítica de ese pensar. En cambio, distinguir lo que atañe al contenido de un pensar de acuerdo a lo que “materialmente” se consigue con él, es atender a lo propiamente fenomenológico que él aporta. Esto quiere decir, que a través de estas indagaciones de contenido centramos nuestra mirada fenomenológica en lo que dicho pensar trae a la patencia, que trae a la evidencia, aún cuando muchos de aquellos pensamientos analizables en este respecto no traten la cuestión de la evidencia como su tema. En el caso de nuestra lectura de Descartes, volvernos al contenido significa volver a la propia vivencia del cogito como ego filosofante, y no como un mero ego abstracto. Es el yo que piensa el que se desoculta aquí para sí mismo, y no un mero yo teórico venido de otro lugar. Cierto que el sentido del ego cogito de Descartes es el descubrimiento del propio ego como principio de todo conocimiento, y que el modo de ser de dicho ego no queda exento de la responsabilidad y la posibilidad de abrirse paso a la Sabiduría, y por esta concordancia en el primer párrafo Husserl habla de la fenomenología como neo-cartesianismo. Pero cabe notar aquí que si se quisiera hacer un análisis a otro autor, u otro tema, la fenomenología intentaría traerlo a la patencia fenomenológica.


Comments

Popular Posts