PROTOCOLO MARTES 25 DE MAYO

Referencia a un pasaje de la segunda investigación lógica.

La tarea es buscar un método que permita llegar al conocimiento y que al mismo tiempo nos legitime las conclusiones a las cuales llegamos. En ese sentido, Husserl se interroga por como despertar el como del parecer en la investigación del carácter del conocimiento.

El tema de cómo se llega al conocimiento es un punto de gran importancia en la filosofía moderna y llevó al enfrentamiento de dos escuelas, empiristas y racionalistas.

Para los empiristas todo conocimiento proviene de los sentidos. El método para llegar al conocimiento es la inducción. La abstracción, el paso de lo singular a la representación general, consiste en despojar a lo singular de algunas “vestiduras”, sin agregar nada nuevo. Estas abstracciones quedan fijas en asociaciones unitivas. De este modo, la génesis de las experiencias acumuladas se ha debido a asociaciones de sentido. La base de todo conocimiento es la experiencia que ha tomado lugar como costumbre y cuyo sustento es la memoria. La explicación del conocimiento encuentra sus bases en la psicología.

Como crítica al empirismo podemos ver lo siguiente: se puede señalar que aquello que llaman “hecho” no es una unidad despejada de prejuicios sino que es ya desde el comienzo interpretación. La percepción es siempre una interpretación, y la conciencia no es sólo una sucesión en el tiempo. Por otra parte, los conocimientos no están unos junto a otros, sin más, ni sus relaciones asociativas surgen por el azar de la contingencia de la costumbre, sino que hay una interdependencia que es preciso investigar y considerar en su especial carácter. Basar el conocimiento en la costumbre no nos garantiza nada, siempre existirá la posibilidad del error. No podemos afirmar que la costumbre es correcta. Por lo tanto, no todo conocimiento es una secuencia basada en la costumbre, y eso podemos corroborarlo cuando vemos que en ocasiones hacemos saltos intelectivos inmediatos sin tener que pasar por la revisión de un sin número de casos dados en la experiencia. En este sentido, con la posición empirista no queda claro como se hacen relaciones abstractas, por ejemplo, las matemáticas avanzadas.

Para Kant, la razón ya tiene ciertas leyes propias. Su pensamiento está impregnado en el sentimiento optimista del siglo de las luces. El imperativo categórico es un universal y es la base del respeto y la ética. En mi pensar práctico hay una forma pura que establece los límites de mi actuar.

Para Husserl, en la realidad uno se encuentra con una unidad de sentido que tiene muchas capas. Hay un momento de la unidad de sentido que se me da a mis sensaciones. Pero hay otro elemento que es la mención vacía que identifica la unidad de sentido. La impresión no está separada de la mención que porta las esencias. Hay además otras circunstancias asociativas que delimitan esta unidad de sentido configurando una experiencia significativa. Se ve un hecho pero integrado en capas de significación. Las menciones vacías se van llenando con las impresiones. La unidad de sentido ya está expresada en el lenguaje.

Las vivencias no son pasivas, son intencionales. Yo intenciono activamente algo que se me presenta a la percepción, la memoria o la fantasía. Las menciones vacías están constituidas por las categorías del pensamiento.

El “resultado” final es un juicio, una predicación. Tengo una impresión, con una forma pura en la esfera ante-predicativa, y luego con ello tengo un juicio que es mío, el cual es en definitiva lo que se hace visible en primer lugar. Es una actividad consciente y que está relacionada con el lenguaje. No hay una verdadera experiencia (experiencia en sentido fuerte) sin la posibilidad de juzgar. En otras palabras, tenemos una experiencia en la medida que podamos explicitarla. Puedo decir o no el juicio, pero es experiencia en la medida que puedo hacer un juicio sobre aquello.

La intencionalidad que mienta vacíamente en algunos casos, obliga a que se cumpla aquello mentado, a través del modo del aparecer que es exigido para este cumplimiento.

Hay dos características principales de las vivencias: intencionalidad y actualidad o inactualidad. La intencionalidad va dirigida a la cosa, pero al lado de la cosa hay muchas menciones concomitantes, y a través de mi apercepción de lo actual versus lo inactual, entran las menciones concomitantes en el escenario de mi atención. La apercepción va haciendo una secuencia de los actos, secuencia que no está fijada por la costumbre, sino que se da por el sentido intrínseco de la evidencia de aquello que se presenta como tema a mi atención.

En suma en la vivencia del significar podemos ver momentos esenciales y no esenciales: en primer lugar, cuerpo físico de la expresión: letras, palabras, etc, que no es esencial a la vivencia en tanto vivencia. También tenemos una intención significativa, que es aquella mención que intenciona un objeto, momento que sí es esencial, y finalmente, un momento que puede o no estar o darse, y que es el cumplimiento significativo, el cual me permite plenificar con impresiones aquello mentado vacíamente. Ciertamente hay objetos que no existen, como el centauro por ejemplo. Si bien yo no puedo obtener de la percepción un cumplimiento de esta mención, no por ello cuando me hablan del centauro yo dejo de entender a qué objeto en específico se refiere el hablante.

Queda por analizar las formas puras de la conciencia que permiten el aparecer.